domingo, 15 de junio de 2008

Fiebre de sábado por la noche

Ningún gobierno jamás tuvo un país sublevado y descontrolado a este nivel en donde se dan protestas por millares en todo el interior siendo estas cada vez más multitudinarias.

Si en un principio creyeron que movilizar a la masa de transportistas de granos le iba a dar una ventaja frente al campo, el cual quedaría como culpable, ahora ya no saben como frenar esa movilización que lejos de significar una ventaja les ha significado un nuevo revés. Despertaron a las bases de transportistas que no dominan demostrando que nada saben de lo que es una base.

Ayer el gran ausente fue el líder camionero Hugo Moyano que ya no salió a vociferar defendiendo al gobierno, tal vez este vividor del pueblo entienda un poco mas ese concepto de la “base” y ya empiece a temer por su propia continuidad en la infame organización que preside viviendo del pueblo. Ya le pisan los talones otros y por ello no puede darse el lujo de perder apoyo, un apoyo que es mas fuerte e importante que cualquier dadiva gubernamental.

Es este el verdadero comienzo, es cuando ellos intentaran implantar una diktadura y buscaran someter al pueblo.

Ellos cuentan con los medios de comunicación, pues ambos responden al mismo mando transnacional, pero no tienen mas fuerza que esa.

Una diKtadura para establecerse debe de contar con el monopolio de la fuerza y hoy entre el gobierno y el pueblo no hay nadie, siendo el pueblo mayoría.

En Tian'anmen los estudiantes enfrentaron tanques y lo mismo ocurrió en Hungría en 1956 con los jóvenes trabajadores contra el ejército rojo.

Aquí el Estado está solo y sin fuerzas de respaldo, por ello recurre a pagotes para amedrentar al pueblo y fabrica su victoria en los medios en busca de frenar la iniciativa de la gente.

Ellos creen que el país es Buenos Aires, ellos creen la TV trasmitiendo un falso triunfalismo de Kirchner caminado en la plaza con su “pueblo” hará desistir a toda la población de un país que ya no tienen nada que perder.

Probablemente las familias de Buenos Aires se aparten ante los pequeños grupos de “duros” con palos. Pero la apuesta se redobla y pronto, cuando las cartas se jueguen, ya no les quedará nada con que respaldarla.

El problema no son lo K ni todo lo que hacen ellos, el gran problema de este país es otro y es un problema que empieza por el "periodismo" que los deja seguir respirando.
Los medios construyen, con enconado esfuerzo, una gran trinchera en donde los K pueden refugiarse de sus errores y salir indemnes.

De todo lo que hace el gobierno, desde los errores groseros, de la falta de respeto, del atropello a la constitución, de la contratación de impresentables patoteros, de la corrupción mas explicita y de la propia injuria al mismísimo periodismo; de todo eso el periodismo los cubre y protege.

Si el pueblo reacciona, y acude en masa a repudiar al peor gobierno de la historia argentina, allí estará el servil periodismo para acallar ese acto, para mostrarlo lo menos posible y para disminuirlo en lo absoluto. No es solo un medio, son todos en una gran cofradía unida en la difícil tarea de evitar la autodestrucción de los K y salvarlos de su propia mediocridad, para lograr que estos puedan cumplir con la tarea asignada.

Esto no hace mas que demostrar que no son lo k quienes gobiernan sino los grandes grupos económicos que usan a estas figuras para imponer en el marco de una supuesta institucionalidad (que los k no saben ni disimular) sus propios intereses y esclavizar bajo su poder a la Argentina y a todas sus riquezas.

Ningún periodista ni aún el más “izquierdista anticapitalista” hace mención alguna de el saqueo que realizan las empresas mineras a nuestro suelo. Pues la supuesta izquierda siempre fue una captación de la crítica al ultra capitalismo, y no fue nada mas que una competencia inventada e irreal, siendo perfectamente funcional a lo grandes intereses.

El aumento de las retenciones, el origen de todo este conflicto, no es mas que una medida que busca acelerar el monopolio de los grandes terratenientes que avanzaran mediante su imposición por sobre la renta quebrada de los pequeños productores que hasta hoy son mayoría.


La única esperanza de este país no esta ni en la oposición, ni en el congreso, ni en el poder, judicial, ni en las 4 entidades agropecuarias y ni en el defensor del pueblo. Sino en el pueblo argentino del interior, en aquellos descendientes de los inmigrantes que vinieron a trabajar a este país y que fueron el motor de una Argentina que supo estar arriba. Ellos hoy lo pierden todo, ellos son los que luchan contra un plan que promueve la expropiación de las mejores tierras del mundo y de la mayor fuente de riquezas del futuro. Así como ayer, en el mundo de los economistas clásicos, volverá nuevamente a ser mañana la tierra la mayor fuente de riquezas. Porque será esta tierra revalorizada la que producirá alimentos y energía siendo en un mundo superpoblado convirtiéndose así en la base de toda la economía futura.


Fueron ellos, nuestros hombres y mujeres del interior, la semilla que puso Alberdi para lograr una gran nación, fueron el músculo del progreso, fueron los que construyeron los cimientos de nuestra sociedad, fueron los que nos transmitieron sus valores éticos y religiosos y los que nos enseñaron el valor del trabajo. De ellos nuevamente y como hace 130 años depende nuestro futuro, porque fueron siempre ellos los que produjeron todos los milagros y los que salvaron al país de todas sus desgracias, y sobre todo también fue gracias a ellos que nuestros “ciudadanos” ociosos, cultivados por el populismo, pudieran siempre llenarse la panza gratis.

Si a ellos los derrotan estos impresentables gobernantes vendidos a los intereses foráneos, derrotaran entonces a toda la Argentina y estará dado así el triunfo a los enemigos de la humanidad.

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