viernes, 31 de agosto de 2012

TRELEW 1972


Coherencia o Incoherencia el lector decide

Nuevamente acaba de acontecer, el pasado 22/9, un nuevo aniversario sobre los sucesos acaecidos en la base aeronaval Almirante Zar de la ciudad de Trelew y nuevamente asoma la incoherencia de intentar disfrazar un motín de presos (con su debido proceso judicial) como una “masacre” dada en un inescrupuloso “fusilamiento”. 
Todas las crónicas evitarán hablar de que un guardiacárcel del penal de Rawson fue asesinado a sangre fría a pesar de haber sido ya reducido por los amotinados, también buscarán mencionar muy levemente como fue secuestrado un avión de austral con toda su tripulación y pasajeros. Y por último es casi seguro que nada se dirá de que hubo tres sobrevivientes que fueron atendidos de urgencia por médicos navales existiendo además un traslado por vía aérea hacia el hospital naval de Puerto Belgrano. Este dato es el mas incomodo del falaz relato ya que sería este el único caso en el mundo donde los supuestos “fusilados” son rescatados por sus propios “verdugos”, quienes en un gran despliegue les salvan la vida.

El caso TRELEW presenta así dos versiones, la primera es coherente y la segunda incoherente. En la primera se cuenta el alzamiento de un grupo de detenidos en el penal de Rawson que estaban en esa condición de privación producto de un debido proceso judicial . Este alzamiento se hace posible tras el ingreso de los abogados de los detenidos al penal portando diversas armas de fuego.
Dicha irrupción es perpetrada tras una meticulosa planificación que incluía amenazas serias contra la vida de familiares del personal carcelario lo cual habría motivado su cooperación involuntaria. En una segunda etapa además se diagramaba el secuestro de un vuelo de Austral para escapar al exilio comunista del Chile de Allende.

En el ínterin algunos guardiacárceles desoyen amenazas y cumpliendo con su deber presentan resistencia a los insurrectos armados, (incluso mejor que ellos) dos son heridos, (J. Galarraga y J.G. Valenzuela) siendo que este último es rematado de un disparo en la cabeza (habiendo sido ya reducido) por Ana María Villarreal de Santucho.
Los guerrilleros asesinos luego emprenden la fuga hacia el aeropuerto local, donde otro grupo terrorista ya había copado un avión civil y tomado de rehenes al pasaje.
En este avión parte de los terroristas escapan hacia Chile, sin esperar a otros diecinueve
que se atrincheran en el aeropuerto con más rehenes. Rodeados por fuerzas de Infantería de Marina y de la policía se rinden posteriormente y por orden del Juez quedán detnenidos en la Base Aeronaval de Trelew, dada la notoria falta de seguridad del penal de Rawson.

En la fuga del penal de Rawson se encontraban varios cabecillas importantes y celebres como Roberto Quieto, Marcos Osatinsky y Mariano Pujadas de FAR; Enrique Gorriarán Merlo, Domingo Pena, Roberto M. Santucho, su esposa Ana María Villarreal del ERP y Fernando Vaca Narvaja de MONTONEROS.

Una semana después se produce un nuevo intento de fuga de los terroristas detenidos en la Base Aeronaval de Trelew. Estos promueven un motín con gran desorden en donde es tomado como rehén un oficial de la Armada; este sin embargo logra zafarse y se arroja al suelo entre los terroristas ordenando abrir fuego. Mueren así trece de los terroristas y quedan seis heridos graves, los cuales son trasladados al Hospital Naval de Puerto Belgrano donde tres de ellos terminan salvando sus vidas gracias a la acción de los médicos navales.

La segunda versión es irrisoria, no hace mención a ningún asesinato a sangre fría de ningún guardiacárcel y no explica como luego de un fusilamiento se decide rescatar a seis heridos graves y correr urgentemente a salvarles la vida permitiendo que tres de estos luego contasen lo que les plazca para incriminar a sus fusiladores.


No existen ejemplos históricos similares en donde se fusila a un cierto grupo de gente para luego al descubrir que hay seis vivos, y en lugar de rematarlos o dejarlos desangrar se los lleva urgentemente al hospital propio para que tres de ellos se salven y cuenten como se los fusiló.
Esa es la madre de las incoherencias donde la falsedad del relato queda en evidencia.
Vale aclarar además que la ciudad de Trelew se encuentra a casi 800 kilómetros de Puerto Belgrano y el traslado de urgencia solo podía hacerse vía aérea en un gran despliegue. Esto demuestra que la Armada hizo todo lo posible para salvarle la vida a los detenidos y que producto de ello tres sobrevivieron. Los otros sin embargo se expusieron al fuego del personal naval que no estaba entrenado para tratar a presos de alta peligrosidad sino que mas bien lo estaba para el combate, es decir su única preparación consistía en abrir fuego ante la amenaza de sus vidas o las de los suyos y así lo hicieron ante la orden de un oficial que había sido tomado de rehén.


Si el caso hubiese sido un fusilamiento, como se intenta hacer creer, entonces no hubiesen habido sobrevivientes y mucho menos un tremendo despliegue de medios para que estos sean trasladados a un hospital, a mas de 800 kilometros de distancia, donde médicos de la propia fuerza les salvaron la vida.
Los tres sobrevivientes fueron María Antonia Berger (FAR), Alberto M. Camps (FAR) y René Haidar (Montoneros), la versión incoherente se basa en el subjetivo testimonio de estos terroristas donde se relata un supuesto “fusilamiento” dado en las celdas por los guardias, sin embargo ellos por una extraña razón no solo no son asesinados sino que además son atendidos de urgencia. Los tres serían liberados durante el Gobierno de Héctor Cámpora cuando se hiciera la apertura de cárceles soltando a todos los detenidos por terrorismo que tenían su debido proceso judicial, esto desataría en pocos años el caos durante el gobierno de Perón, y luego el de Isabel, donde la insurrección terrorista amenazaba impunemente a la paz social y jaqueaba al propio gobierno peronista.


 Aeronave Bac 1-11 matrícula LV-JNS secuestrada junto a la tripulación y el pasaje por 10 terroristas fugados del penal de Rawson que luego obligarían al comandante a volar hacia el exilio en la ciudad de Puerto Montt Chile


Los tres sovrevivientes del segundo motín que fueron salvados por médicos navales para luego ser liberados al año siguiente donde volvieron a integrar las filas del terrorismo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias por decir la verdad

Anónimo dijo...

Liberar a un asesino, es condenar a muerte a un inocente!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Debieron fusilarlos a todos !!!!