miércoles, 11 de diciembre de 2013

Estado de Naturaleza



Zoon Politikon


Si para Aristóteles el ser humano tiene una naturaleza política y solo puede desarrollarse plenamente en comunidad con sus semejantes y creando lazos con ellos, nada mejor que el Estado para dar cuenta de lo eficiente que puede ser una comunidad organizada. Y en este aspecto es la democracia moderna lo más acabado en la materia, donde para alcanzarla la humanidad debió recorrer  un largo camino evolutivo plagado de guerras,  disputas y abuso de poder de unos contra otros.

El contractualismo es entonces la corriente de la filosofía política que ha sabido incursionar en la evolución de todo ese camino construyendo una andamiaje conceptual desde donde comenzar y terminar un análisis. Los distintos filósofos contractualistas pueden rápidamente diferenciarse teniendo en cuenta sus opiniones en torno a esos conceptos clave que comparten.

Sobre el concepto del “Estado de Naturaleza” (al que todos definen como la situación más primitiva) algunos pensadores como Hobbes lo consideraban hipotético, es decir que no había ocurrido realmente ya que desde el origen del hombre siempre había existido una organización política que precisamente buscaba evitar ese estado caótico al que también definía como extremadamente violento.
Hobbes entonces hablaba de que el hombre decidía abandonar su derecho a actuar guiado por la pasión, y por tanto renunciaba al uso de la fuerza individual y dejaba de lado su derecho a la posesión de todos los bienes que podría poseer mediante su propia iniciativa violenta. Resignaba todo en aras de preservar su bien más preciado, la vida. De esa manera creaba la figura del Estado al cual sometía su libre albedrío a cambio de seguridad, pues en el estado de naturaleza hobbesiano la propia existencia era insegura, incluso para los mas fuertes. El Estado para Hobbes debía ser el único capaz de disponer del monopolio de la fuerza, la cual debía de estar al servicio de la paz social evitando la exaltación individual.

Por otra parte Rousseau definía a ese Estado natural como algo real y observable en el estudio del pasado y además entre sociedades tribales contemporáneas. Rousseau opinaba que debía de destruirse el régimen absolutista que había eliminado ese estado puro para transformarlo en una opresión; y por tanto el abogaba por la exaltación de las potencialidades individuales y así buscaba destruir los lazos comunales que sometían a los hombres.
En pocas palabras quería regresar a una igualdad jerárquica dada entre todos los individuos. Pero eso si, Rousseau era consciente de que también debía existir un poder central y al respecto le atribuía este rol a la “voluntad general”.
Para este gran pensador en el estado de naturaleza, si bien el hombre era feliz, no era libre ya que era gobernado por sus instintos, de esta manera Rousseau solo define la libertad como el gobierno de la ley creada por los hombres y para los hombres siguiendo los principios de la voluntad general.
En el régimen que criticaba (sociedad civil) las leyes no habían sido dictadas por la voluntad general, sino por los ricos, y por tanto eran apócrifas. De esta manera podemos observar que el pensamiento de Rousseau no era anárquico ni nada parecido, sino que el trasladaba la idea de poder a una forma de representación general y no, de una casta. El entonces atribuía al gobierno de la voluntad general un poder absoluto. Su interés estaba, por un lado en asegurar la integridad del Estado, (al igual que Hobbes) y por el otro en asegurar la libertad de los individuos.



Jean Jaques Rousseau y Thomas Hobbes dos de los más influyentes filósofos políticos que dieron sustento al Estado moderno






De la idea a la acción


A grandes rasgos en aquel  debate de ideas se inmiscuyó el mundo desde fines del siglo XVIII  y durante la primera mitad del siglo XIX, donde la revolución francesa en 1889 llevó al triunfo algunas de las ideas de Rousseau, quien había muerto unos pocos años antes.
Es interesante ver entonces como hace 200 años Francia se aventuraba en la idea de destruir la comunidad como tal y a la institución de la familia, a la religión y a toda asociación colectiva que atentara contra la “iniciativa individual”.
La Francia revolucionaria, entre otras cosas, adoptó medidas extremas como abolir a toda sociedad de socorros mutuos por considerar que éstas atentaban contra la libertad individual y creaban lazos jerárquicos. Estas cuestiones ya excedían los planteamientos Rousonianos.

En esta línea resulta muy aleccionador acceder a los escritos de Friederich Le Play y notar como sus observaciones, dadas en el estudio de diversas familias, arrojaban datos contundentes de cómo se estaba destruyendo Francia tras la revolución.
Le Play era ingeniero de minas y por tanto viajaba muy seguido a distintos confines de Europa, hecho que junto a su curiosidad y observación lo llevo a desarrollar una profesión paralela aún por inventarse, la sociología, siendo este ingeniero uno de los precursores de esa ciencia moderna.
En sus momentos libres Le Play entrevistaba a las familias del lugar a donde era enviado a estudiar posibles emprendimientos mineros. Y fue así que este curioso individuo desarrollo una agudeza inquisitiva que se volcó en una extensa recopilación de casos de diverso carácter, accediendo tanto a familias del proletariado industrial británico como a campesinos esteparios de Rusia. Y ante tantos casos comparados notó que la desintegración social era más fuerte en Francia que en ningún otro lugar.


¿Pero que ocurrió con Francia luego de impuesta la revolución?

Ocurrió algo muy simple, que ante el vacío que dejó la destrucción de la comunidad, con la imposición del individualismo, comenzó a destruirse el tejido social y así pronto la violencia se hizo corriente, la amenaza del caos trajo entonces la mano dura de Robespierre para luego instaurar el imperio centralizado de Napoleón, girando todo hacia el lado de la idea del Estado fuerte, o sea el Leviatán de Hobbes, donde la principal función del Estado consistía en neutralizar el caos e instaurar el orden, estando solo en manos del Estado el legitimo uso de la violencia.

La Revolución francesa dio nacimiento al Estado moderno, no sin estar exenta de un caos inicial.




Sin entrar en mas detalles históricos que estos, podemos decir que en síntesis el Estado post moderno del siglo XX ha surgido, a grandes rasgos, de la mezcla de estas dos fórmulas conceptuales.
Por un lado se busca afianzar el monopolio de la autoridad por parte del Estado pero desde una representación de todos los ciudadanos y para los ciudadanos.
Así fue creada la democracia moderna tomando formas que abarcan el parlamentarismo puro o la República presidencialista.



La revolución involutiva de la República Argentina


La cuestión nacional de hoy obedece a que el Estado ha caído en manos de la ignorancia extrema y se maneja mediante la improvisación más absoluta.
Es así que nuestro país va camino a la propia extinción, y por lo tanto se asemeja  a ese Estado de naturaleza que tanto temía Hobbes.

Desde hace años, en aras de mantener la falacia de el "Estado de Bienestar", se ha adoctrinado a la gente a creer que el que tiene algún bien, como ser una propiedad, es un pudiente privilegiado, mientras que el que no la tiene es una víctima del sistema.
Verdaderamente el trabajador que tiene una propiedad la ha hecho tras no menos de 20 años de ahorro sufriendo en el camino devaluaciones, confiscaciones e inflación etc.
A algunos los ha ayudado el heredar el patrimonio de generaciones anteriores, de esas que estuvieron formadas por inmigrantes europeos que bajaban de los barcos con una mano detrás  y otra delante y que, a fuerza de trabajo, supieron progresar adquiriendo un terreno y construyendo luego una modesta casa. Desde allí formaban sus familias y gracias a la política educativa del Estado de antaño podían enviar a sus hijos a las escuelas y universidades en las que recibían una educación de excelencia.
Así fue que, una generación de casi analfabetos formó otra de universitarios que entre otras cosas, lograron tres premios Nóbel de ciencias (que son los que valen) dominaron el átomo y fueron pioneros en la industria aeronáutica. Todos logros exclusivos de la República Argentina que descollaba en el continente y se erguía entre las naciones.

El contraste de la educacion entre el ayer y el hoy desde donde es difícil imaginar un mañana.




Lamentablemente, a pesar de todo esto, siempre hubo graves problemas institucionales y así hemos retrocedido décadas de la mano de cortes al régimen constitucional, pero a pesar de todos esos desastres, a los que se sumaban las debacles económicas, el Estado siempre estuvo allí. La delincuencia era reprimida, tanto en el gobierno peronista como en la nefasta revolución libertadora, la propiedad privada también valía lo mismo si gobernaba un dubitativo Illia como en el de un mafioso Massera, es decir había ciertos límites que no se atravesaban a pesar de lamentables usos, abusos y persecuciones varias dadas desde el autoritarismo de Perón como desde la libertadora o desde los excesos injustificables de algunos que deshonraron el uniforme militar.

El Estado, quiérase o no, siempre fue el templo a donde ir a llorar pidiendo ayuda, fueron lo militares en ese orden los que siempre fueron utilizados por lo políticos para derrocar al rival y así cayeron gobiernos idóneos como el de Arturo Frondizi.

En todas nuestras debacles hubo siempre intereses ocultos, oportunistas y vendepatrias, pero también hubo patriotas que obraron bien o mal en aras de cumplir con su país y buscando lo mejor. Así fue que un cabeza dura de Onganía intento tarde copiar al derrocado Frondizi cometiendo graves errores en el camino como ser la de otorgarle a los sindicatos independencia económica, algo que Perón jamás hubiese hecho, -¡¡Minga les dejaba meter la mano en la lata!!- dijo el general.

Tristes épocas donde azules y colorados “jugaban a la guerra” con bienes del Estado.




El Estado hoy agoniza, no hay garantes institucionales que oficien de contrapeso, no hay oposición política coherente que cierre filas y anteponga la integridad nacional por sobre la mezquindad y el oportunismo individual. Nadie representa la voluntad general de un pueblo que quiere vivir en paz con dignidad y trabajo, sin conflictos, bajo el imperio de la constitución y las leyes y con la protección de las fuerzas de seguridad y la garantía de la justicia.
Ninguno de los pilares del Estado esta ajeno a la corrosión que ha ganado todos los espacios, no hay gobierno, no hay justicia, no hay seguridad, no hay defensa, no hay educación, no hay salud, y no hay gobierno. A la deriva se dirige la nave argentina embarcando agua pero manteniéndose a flote mientras haya argentinos que individuamente en baldes devuelvan por la borda el agua embarcada. Pero el deterioro es constante y la nave se escora irremediablemente, a esto sumémosle el estado de deriva sin timonel con la proximidad de encallar ante la primera escollera que aparezca ante su derrotero ingobernado.

Es triste ver como un país con tanto potencial retrocede incluso mas allá de lo imaginado y  se retrotrae a los albores de la organización humana.
Este es el proyecto del CELS la avanzada británica que inyecta ideología destructiva y conflicto permanente para destruir una nación y así el petróleo del Atlántico sur sale solo de las entrañas de un país entretenido en luchas intestinas. Fue durante un periodo similar donde los argentinos nos enfrentábamos entre nosotros cuando perdimos nuestras islas Malvinas. Por ese entonces teníamos la suerte de contar con un patriota que supo con determinación mantener la unidad, hoy parece no haber nadie.

A Córdoba “la docta” le ha tocado en suerte dar el puntapié inicial al desmadre dejando en evidencia, de la manera más cruda, el resultado de la “década ganada” donde “el modelo” Kirchnerista implosiona  cada día y se lleva consigo los vestigios del Estado.

En los países sin ley, sumidos en el Estado de Naturaleza, los bandos se integran por pobres contra pobres. Mientras tanto los millonarios, a costa de la miseria general, miran desde arriba la batalla emulando a esos generales europeos de la época colonial africana, que en plena I guerra mundial disfrutaban ver a sus tropas destriparse entre si mientras ellos disfrutaban todos juntos un aperitivo en las alturas de algún cerro estratégico.

¡¡Qué siga el baile!! La Argentina para algunos sigue siendo una fiesta.



Hoy en aquel cerro estratégico se ubican las mega corporaciones que se han beneficiado con este modelo “nacional y popular” al cual financiaron para lograr su expansión.
Y mientras los argentinos nos destripamos la Barrick Gold Corporation, se lleva toneladas de minerales gratis intercambiándolos por ríos de cianuro, Conarpesa exporta toneladas de merluza dejándonos un mar muerto, y los magnates Elztaín, Soros, Wharteín destruyen cada día más al pequeño y mediano productor agrícola ganadero.
Lo que queda de la gran Argentina será para los narcos.



viernes, 19 de julio de 2013

Ni Braden ni Perón: Chevron






Paradojas de la historia y el presente.



El 1946 El General Perón se erguía como favorito para ocupar el sillón de Rivadavia. En la vereda de enfrente estaba el activo embajador del norte, Spruille Braden, quien jugaba (sin disimular) en la campaña presidencial donde competían Juan Perón (partido Laborista) y José Tamborini (Unión Democrática).

Braden no era cualquier enviado de Washington, ya que por ese entonces Argentina era el mas firme contrapeso continental al predominio de EEUU en la región. Por tanto la representación norteña en estas tierras tenía una impronta estratégica vital. Un hecho que contrasta con las apagadas figuras que nos envían hoy desde el norte, que para estas suena mas a un castigo que a un escalón en su carrera política.


Eslogan de la campaña de 1946, las opciones eran claras





Braden se había ganado el “mérito” de venir a este país por su asistencia a la petrolera Standard Oil durante la guerra del Chaco dada entre Paraguay y Bolivia. La compañía obtuvo amplios beneficios de esa contienda que bien supo instigar.


Obviamente el triunfo electoral de Perón terminó desterrando a Braden que siguió su carrera prestando servicios para la United Fruit Company en centroamérica. Y si bien, el populista general argentino le ganó la pulseada en el 46, el norteamericano tuvo su “justicia poética” cuando la desastrosa política energética del peronismo finalmente llevó, al orgulloso caudillo, a firmar acuerdos de explotación petrolera con la poderosa compañía en la que él había servido.


A casi 70 años de aquellos sucesos la historia se repite, pero como diría el filosofo político  Karl Marx “La historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa” 


Alusiva portada de la revista TIME de la época protagonizada por Spruille Braden





“Compartiendo” el Capital




Hoy la “Standard Oil of California”, con la cual Perón firmó contratos de Joint Venture no existe mas con ese nombre, su forma moderna se denomina en el mundo “Chevron” y actualmente es la 4ta petrolera privada del mundo.
 

Standard y Chevron, distinto nombre para la misma historia




La situación que llevó a Perón a recurrir a la petrolera norteamericana fue similar a la actual; por ese entonces el país no podía importar brocas de perforación de EEUU (único productor) , ya que no existía afinidad con la política global norteaméricana. A esto se sumaba una caída drástica de las exportaciones agropecuarias que motivaba una merma la entrada de divisas. Por tanto YPF las tenía de malas a la hora de importar insumos para explorar y explotar pozos petrolero. Fue así que el gobierno peronista vió crecer el déficit de la balanza comercial al tener que importar una mayor cantidad de combustibles.


Por aquel entonces el IAPI (Instituto Argentino para la Promoción de Intercambio) había monopolizado la compra interna de granos para exportación. El productor solo podía vender su producción al precio que imponía el IAPI, y así este organismo capturaba un excedente de renta extraordinario al exportar a un precio mayor

De esta manera más de 7 millones de hectáreas de tierras productivas quedaron sin uso ya que la renta por explotarlas era baja y no ameritaba la inversión a hacerlo. Solo las grandes explotaciones podían hacer algún margen de ganancia.  La economía argentina de ese entonces padeció un déficit descomunal y un desabastecimiento interno de productos primarios y de insumos foráneos. También escaseron los capitales necesarios para estimular la producción local de petróleo y gas.


Hoy el Estado, emulando a aquel instituto, captura una cierta parte de la rentabilidad de la producción a través de las retenciones. También los pequeños y medianos productores pierden  frente a los grandes. Y a pesar de que los los precios y la demanda internacional siguen siendo favorables para el país, ya nos son suficientes para paliar la salida de divisas dada por la importación de energía. Actualmente el 45% del consumo total de nuestra economía se abastece de combustible extranjero.

Sin exportaciones, que ingresen divisas en cantidad considerable, y sin capitales no hay inversión, y mucho menos con un Estado intervencionista que interviene con voluntad de saqueo.
La parte mas sufrida es la matriz energética que desde 1995 poco o nada ha cambiado. Argentina hoy ha vuelto (después de muchos años) a ser un gran importador de combustibles. En la historia económica nacional la importación de energía siempre ha sido el gran obstáculo para equilibrar la balanza de pagos; y si a esto le sumamos un contexto político esquizofrénico el resultado es caótico.


La desesperación se ha instalado en la Casa Rosada, y si bien esto no es nada nuevo para nuestra historia, en este caso la misma también está acompañada por improvisación extrema lo cual genera un cóctel explosivo y letal.


La YPF de Perón no podía sacar petróleo por sí misma porque carecía de capitales y de tecnología para hacerlo, y en ese contexto sólo EEUU tenía ambas cosas de sobra; por tanto puede explicarse el caso de que Perón no haya encontrado alternativa a la hora de paliar la situación. Después de todo, y a pesar de los desaciertos del primer peronismo, aquellos acuerdos no fueron tan nocivos, y hasta podría decirse que no estaban mal encaminados. 
De hecho, si avanzamos en la historia, veremos como Arturo Frondizi (un gran estadista desaprovechado de su tiempo) logró el justo equilibrio al combinar la inversión privada con la acción de YPF. Su gobierno logró, por primera vez, el autoabastecimiento petrolero y pudo evitar el catastrófico desequilibrio de la balanza comercial. 


Sello postal conmemorativo de la presidencia de Frondizi y de sus logros




Parecía esto un problema resuelto de nuestra historia, pero hoy mismo lo volvemos a padecer. La YPF de Perón no estaba vaciada como lo está hoy.  La petrolera argentina de hoy fue vaciada por REPSOL con la complicidad del gobierno Kirchnerista. A la multinacional española se le permitió girar el 90% de los dividendos al exterior. Luego se la exporpió ilegalmente, y se la dejó como víctima, algo que a la postre concluyó con cualquier intento de inversión serio en un país tan necesitado.

Ahora aparece la empresa Chevron, que como gran petrolera multinacional, no le teme a los países con riesgo, pues acostumbra invertir en lugares como Afganistán aún en pleno bombardeo. Para estos casos la ecuación a ser aplicada es diferente y se rige por una regla simple que dice: que a mayor riesgo entonces mayor ganancia.


Por tanto las condiciones del contrato (ilegalmente secreto) son 100% favorables a la empresa norteamericana, que seguramente exportará un buen porcentaje de todo lo que pueda extraerse y además, según trascendió, lo hará sin pagar impuestos aduaneros, mientras que tampoco tendrá la obligación de liquidar divisas en el país. Por otro lado, en un primer momento, Chevron solo invertirá 300 millones de dólares, lo cual es nada para lo que significa la industria petrolera. La mitad lo invertirá el Estado Argentino y el monto total prometido a mediano plazo de inversión no llegará a más de 1500 millones de dólares. Esta cifra es casi lo  que gasta “La Cámpora” con Aerolíneas Argentinas por año para prestar un servicio signado por la ineficiencia y el derroche.


El chiste de todo es que el petróleo (como los minerales) no es renovable mientras que la producción agrícola si, y entonces regalamos petróleo y minerales mientras castigamos a los argentinos que invierten y producen en el país, al robarles abiertamente el fruto de su trabajo para despilfarrarlo en corrupción.


Coherencia NAC & POP




Petróleo si, biodiesel no




A todo esto el disparate no termina aquí , porque las mismos obstáculos aplicados al agro también llegaron a la producción de biodiesel. Mientras destruimos la rentabilidad del biodiesel, y retrocedemos en el mercado que supieron ganarse quienes decidieron apostar a su fabricación, Brasil, ni lento ni perezoso, ya comienza a captar ese mismo  mercado que vamos dejando.Lo mismo ya hizo nuetro vecino  con la carne y la leche, rubros donde también retrocedimos.


La Argentina está cambiando apostar a la producción de un combustible alternativo (y renovable) como el biodiésel, por la “política” energética de regalar lo que le queda de petróleo en forma de “shale oil”. Está es una práctica netamente destructiva del ecosistema, que no dió grandes frutos en EEUU y que además está siendo muy resistida en Europa. Francia y Bélgica marchan a la cabeza con una amplia oposición de su pueblo.


El ciclo del biodisel, un futuro energético sustentable y viable



Gran parte de nuestro retroceso en la exportación de biodiesel se debe al castigo impuesto por la Unión Europea  al embargo arbitrario e ilegal que el gobierno hiciera de YPF. Gracias a ello Brasil se perfila ya como el nuevo exportador de este combustible.
Mientras Argentina ha reducido a la mitad sus exportaciones de biodisel (hasta Julio del año pasado había exportado U$S 1077 millones, mientras que este año solo exportó U$S 557) Brasil está pronto a iniciar su primera exportación este año a la cual seguramente le seguirán muchas mas. 
Petrobras y el grupo empresarial BSPAR han formado un joint venture orientado a potenciar la actividad. Buscan obtener un 25% de corte por sobre la producción agrícola del país (argentina tenía el 7%) para destinarlo a la producción de biodiesel.






La destrucción del Shale Oil




Mientras el biodiesel no requiere más que cultivar los campos y crea un nuevo valor agregado en forma de combustible, el Shale oil es una práctica totalmente agresiva para el medio ambiente.


El petróleo convencional se saca drenandolo de las rocas sedimentarias porosas; pero el Shale oil se extrae de más abajo, directamente de la roca madre la cual es ultra compacta y casi sin poros. El petróleo o gas atrapado allí se encuentra integrado literalmente a la llamada roca de esquisto.

  
Roca de esquisto




La forma de extraerlo requiere pulverizar la roca mediante la inyección de agua a alta presión junto a otros agentes químicos. Esta práctica altera la solidez integral del suelo y destruye la impermeabilidad de la roca madre.  Las napas de agua que están más arriba y aún también al sustento mismo de los estratos de suelo superiores corren peligro.


Esquema carácteristico de las perforaciones horizontales de Shale oil




Así como el agua tiende a filtrarse por cualquier grieta hacia abajo, los hidrocarburos por su parte tienden también a hacerlo, y en contacto con el agua de napas superiores los hidrocarburos, al ser más livianos que el agua, suben mientras el agua baja. De esta manera la contaminación de la napas resultaría inevitable e irremediable.
Este peligro latente es lo que nos traerá Chevron la cual tiene un amplio prontuario de contaminación en el propio EEUU, y más recientemente en Ecuador. Alli ha causado daños irreparables al ecosistema y a las poblaciones locales.



El peligro del shale oil en la alteración irreparable de los estratos del suelo







Las verdaderas intenciones de  Chevron




Esta gran empresa como es sabido no hará una gran inversión, ni tampoco una gran exploración y explotación. Detrás de su despliegue está la voluntad de plantar bandera en el yacimiento de Vaca Muerta el cual tiene el potencial de ser el tercero del mundo en petróleo shale oil. Asimismo pagará con creces su apuesta al serle permitida la exportación sin impuestos aduaneros y sin necesidad de liquidar divisas localmente. El acuerdo además no se regirá por leyes argentinas, y se operará sobre un marco legal que no proteje a nuestro país pero que si protege a la compañía. Algo increible e impracticable en el mundo desarrollado, que solo esta diseñado para países que tienen como práctica ceder su propia soberanía.


Otro punto a tener en cuenta es que al asociarse directamente a una desesperada YPF, Chevron ganará un aliado en la región para garantizar su impunidad ante las demandas internacionales que les ha presentado Ecuador. Si los países cerraran filas podrían obligar a la petrolera a hacerse cargo de sus acciones, o en todo caso atenerse a las consecuencias de que sus activos en la región puedan ser alcanzados por las demandas de ecuatorianas. El obierno de Cristina Kirchner decidió darle la esplada a una nación hermana beneficiando a una inescrupulosa multinacional.


Las selvas de Ecuador padecieron el paso de Chevron


Chevron, como toda petrolera internaciona,l encuentra una fuerte oposición en otros países para para practicar el Shale oil. Ante una futura escases de petróleo convencional la compañía necesita desarrollar mejores alternativas para extraer hidrocarburos de la roca de esquisto. No faltará mucho para que sea esta la única forma viable de obtener petróleo, y en esta línea no le viene nada mal contar con un campo de pruebas para ensayar nuevos métodos libremente. Vaca Muerta se presenta así como una gran campo experimental para sus  proyectos futuros.



Los pueblos tienen las de perder ante el desenfreno de las multinacionales