martes, 21 de octubre de 2014

El "Satélite de Videla"

INVAP ya tiene otro satélite en órbita (el AR-SAT1), la empresa, fundada durante la dictadura militar, obtiene otra conquista tecnológica. Si Cristina dijo que sin ella no hay satelite, entonces ¿Es lógico pensar que sin el dictador Videla no habría INVAP?





Hacia la estratósfera y mas allá





Detrás del humo de la combustión del cohete europeo Ariane, salió rumbo al espacio uno de los tantos satélites argentinos. El mismo fue diseñado y armado en Argentina por la empresa INVAP, fundada en 1976. Esta compañía rionegrina suma otro logro en materia de alta tecnología. Su principal campo de trabajo está en la energía atómica, pero a lo largo de su existencia se ha diversificado también en  defensa, energía alternativa,  petróleo, medicina, comunicaciones, alimentación, y en gestión de residuos. Cristina, a horas del lanzamiento del nuevo satélite, dijo que sin ella no habría AR SAT 1; habrá que prepararse, pues con esta lógica algún defensor de la dictadura podría decir que sin Videla no habría INVAP.





INVAP ayer como hoy


Ante una realidad nacional que retrocede en materia tecnológica, la empresa de Rió Negro se presenta como la "flor del pantano". Basta con ver la deficiente red energética, la pérdida del autoabastecimiento petrolero, y aún la pésima calidad del servicio de telefonía movil del país, para percibir a INVAP como otro "milagro argentino". No es la primera vez que la empresa hace frente a retos descomunales, siempre se ha destacado por perseverar en tiempos de crisis. En 1978, con una economía trastabillante, INVAP exportaba a Perú el primer reactor atómico (algo mucho mas sofisticado que un satelite) . En 1982 fabricaba otro de estos complejos aparatos para la CNEA. (Comisión Nacional de Energía Atómica). Durante la inflación alfonsinista de 1988 exportaba un segundo generador de energía nuclear a la nación Inca, y al año siguiente otro más a Argelia. En 1997 fabricaba dos reactores más, uno para la CNEA y otro para Egipto.


Ni a Raúl Alfonsín (que por esos años intentaba luchar contra la hiperinflación), ni a Carlos Menem (que le gustaba delirar con vuelos a la estratosfera) jamás se les ocurrió arrojarse los méritos de INVAP. Lamentablemente Cristina sí, creyó ser indispensable cuando dijo que sin ella no habría ningún satélite. 
Lo cierto es que la empresa patagónica está formada por técnicos altamente capacitados, y solo ellos son los artífices de sus logros.



Instalaciones de INVAP en Bariloche, la empresa funciona desde 1976  

 
Argentina ha lanzado satelites desde 1990, ese año colocó en órbita al LUSAT 1, un proyecto privado costeado por la comunidad de radioaficionados. Luego seguiría el Víctor-1, ideado y fabricado por el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba en 1996. INVAP entraría al juego ese mismo año con un satélite mas sofisticado: el SAT B , dando origen a la homologación internacional de la empresa para producir este tipo de tecnología. A este proyecto lo seguirían el SAC A (1998) y el SAC C (2000). Todos estos proyectos presicindieron de Cristina Kirchner, y además demuestran que el argumento oficial, que presenta al AR-SAT1 como el primer satelite argentino, es una total mentira



Satélite SAC A de INVAP en órbita en 1998







El SAC C fabricado en el año 2000 





El proyecto AR-SAT


AR SAT nació por la necesidad de Argentina de ocupar la órbita geoestacionaria 81, asignada al país en 1998 por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Dicha órbita se vencía en 2005, y ante la urgencia de perderla, el gobierno alquiló un satelite canadiense en desuso. Este estuvo en funciones por 33 días y solo sirvió para no perder el derecho a ocupar la órbita. A partir de allí se creó el proyecto AR SAT, que entre otras cosas concebía la fabricación de un satélite de comunicaciones para toda América. 


       Desde los 90 INVAP dispone de tecnolgía única en latinoamérica para la fabricación de satelites 





Detalles del AR-SAT 1 




Si bien este satélite es un orgullo nacional (que contó con un acertado apoyo del gobierno) en realidad no es 100% argentino, ya que su instrumental vital fue fabricado en el exterior. Sin embargo el proyecto si se puede jactar de haber sido diseñado y concebido en el país. También es cierto que el ensamblaje del mismo es totalmente nacional, algo que muy pocos países pueden hacer. INVAP es la única empresa de latinoamérica autorizada por la NASA para realizar esta tarea. 


Dentro de AR-SAT también se hicieron otros proyectos que nacieron con buenas intenciones pero que quedaron truncos por falta de idoneidad. Uno de ellos fue el de la empresa estatal de telefonía movil, para el cual se reservó 25% del espectro. Nada resultó de todo esto, y hoy al telefonía móvil sigue mostrandose deficiente. 


También se instaló una red de fibra óptica pero esta aún no presta funciones. AR-SAT además impulsó la Televisión Digital Argentina, un sistema de TV gratis que no ha logrado la aceptación del público esperada. 


La "sala cofre" es otra obra sin utilidad, fue diseñada para que organismos del Estado alojen sus bases de datos, pero hasta el momento nadie accedió a entregar sus archivos. 


Hoy el gobierno intenta esconder todos sus desmanejos en materia de telecomunicaciones detrás del acierto del satélite, y al respecto exagera su protagonismo al extremo. La presidente quiere hacernos creer, que ella fue quien le dió el puntapié inicial a la tecnología espacial argentina. Otra de las mentiras del "relato".